entrevista a nacho vegas...

para comenzar esta semana en miércoles, me encuentro con una entrevista muy interesante al siempre misterioso y profundo nacho vegas en 20 minutos... entradas agotadas en madrid...

La voz vivaz del interesante y respetado Nacho Vegas contrasta con su aspecto de lobo solitario. Será la vena asturiana. Acaba de publicar su cuarto trabajo, El manifiesto desastre (Limbo Starr), y con banda nueva. Pronto le veremos en acción.

¿Es aún un desastre manifiesto, como le decía su madre?
(Risas) Cada vez más, aunque ya soy mayorcín y creo que este año sentaré la cabeza. Y para el disco le di la vuelta, me apetecía que fuera de verdad un manifiesto.

¿Su álbum y el de Christina Rosenvinge forman parte de la misma conversación?
No, lo que pasa es que mientras hicimos juntos la gira de Verano fatal, coincidió que ambos preparábamos nuestros discos. Y por la relación personal que tenemos, a lo mejor hay algún matiz. Pero cuando escuché Tu labio superior hubo canciones que me sorprendieron, tiene una profundidad que me fascina.

Habla de los ángeles, de Jesús y María, ¿se ha vuelto místico?
(Risas) No te creas, son cosas que pertenecen al acervo cultural de todo el mundo en un país con una educación judeocristiana como éste; son referentes de algo que me gusta. La Biblia contiene un montón de pasajes muy poéticos.

¿Su vida es tan intensa como dejan entrever sus canciones?
La materia prima son siempre cosas que conoces, vivencias personales. Pero veo a otras personas que viven más intensamente que yo y haciendo las cosas mejor. Hay momentos intensos en la vida que te llevan a hacer una canción, pero los aburridos, que en mi caso son los más, no sirven. Tienen que ser momentos extremos, muy punkies.

¿Y por qué todas sus letras parecen hablar de amor?
Yo pensé que no sabía hacer canciones de amor... Nunca me sale una redonda, pero en realidad creo que siempre lo intento, así que puedes tener razón. Todas son canciones de amor frustradas (risas).
¿Se canta mejor solo o prefiere estar acompañado?
Siempre que hago música me rodeo de gente. Te dejas aconsejar por ellos y se hace un trabajo coral. Lo que he hecho con Enrique (Bunbury) y con Christina ha sido enriquecedor, se necesita cantar acompañado para cantar bien solo. Lo bueno de estos proyectos es que no se planifican.

¿Cómo le va la nueva banda?
Es estupenda. Abraham Boba le da una profundidad a los teclados que nunca había tenido. Toco con músicos de confianza y estoy contento.

¿La poesía y la música están muy lejos o muy cerca?
Son lenguajes diferentes que se nutren el uno del otro. Las letras emplean la palabra y la poesía, el ritmo; cuando los dos universos se conjuran es algo muy especial.

En usted las rancheras suenan misteriosas, ¿no cree?
Es complicado, porque hoy venía escuchando en el coche a José Alfredo Jiménez y tiene un punto de interpretación muy propio de los mexicanos, pero muy emocionante, difícil de pillar con la forma de hablar que tenemos aquí.

¿Es tan tímido como parece?
La música me ayudó a vencer la timidez, pero depende de cuántas copas lleve encima. Todo el mundo es tímido hasta que deja de serlo.

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